Un té para mi padre ¡por favor!
“Bebí un poco del té rojo que había preparado y con su intenso sabor y las tonas del limón fluyeron más notas de su persona. Inspirador de las cosas hechas desde abajo, con entrega, como Dios manda, faltaría más!!”
Un día descubrí el Té y me enamoré de esta planta y su leyenda. Quise convertir ese Amor en mi forma de vida y creé esta tienda para rendirle Culto… En este espacio, acontecen cosas tan reales como esta, que con mi mejor intención, os cuento.
Ayer Día del padre, mi recuerdo hacia él estuvo más presente que cualquier otro día, que en cualquier otro momento, como no podía ser de otra forma. Hace ya tiempo que se fue y a veces, parece que no hace tanto…
Abrí la tienda y puse todo en marcha. Preparé un Pu-erh con limón intuyendo, sabiendo, que sería uno de sus tés preferidos. Mirando el Face, cada post hacía más viva su presencia en mi y recordé. No tuvimos el tiempo para hacer muchas cosas, pero vaya! quizá fueron las suficientes, las necesarias.
Entró la primera clienta muy pronto y eligió un encargo de familia para el padre; entró la segunda e hizo lo propio… Cuando acabé con ella pasé a la trastienda y encendí una vela a mi Buda. Respiré. Di gracias y le mandé un abrazo a él, a mi padre.
Evoqué su Camino. Su oficio de pastor en su huérfana juventud, para luego prosperar y ser el Policía de Santa Cruz de la Zarza, mi pueblo. Querido por su familia y por sus amigos. Recto, bromista y bribón. Guardián de las viejas costumbres del clan. Fue un niño herido que me costó conocer, comprender y perdonar. Hoy al fin, somos amigos y aunque no está por aquí, nos hablamos, si, nos hablamos y estamos en Paz. Bebí un poco del té rojo que había preparado y con su intenso sabor y las tonas del limón fluyeron más notas de su persona. Inspirador de las cosas hechas desde abajo, con entrega, como Dios manda, faltaría más!!; con el Alma, como sólo él, sabía hacerlas.
Y ya veis, ayer tomé el té con Antonio, con mi padre. Ayer fue un gran día. Ya os advertí de qué palo iba este blog y a veces me pasan estas cosas; nunca sentí algo semejante, tan bello y tan sereno. Sentí Paz. Gracias a mi padre y gracias al té. Hoy es Domingo de Ramos. Y según la tradición hay que estrenar algo; estrenar un té puede estar muy bien. Feliz domingo.