Una taza de té para abrir los sentidos…
“Imaginaos todo un recorrido por las principales zonas tealeras de Asia, probando sus tés más emblemáticos desde la India, Sur de China hasta llegar a Japón –en una sola jornada– ¡y sin moverte de la silla!”
Ayer era uno de esos días que me hacía una ilusión especial que llegara. Ya lo comentaba en el face de la tienda, estaba impaciente y entusiasmado, como cuando era pequeño en la víspera de empezar el cole; y es que ayer iniciaba el Curso de la ITMA, en el que participo para obtener la Certificación de Somelier de té. Mis expectativas se quedaron cortas y lo reafirmo queridos amigos, el mundo del té es enorme y también, puede ser un Camino de aprendizaje.
Ahora mismo estoy procesando todo lo vivido. Asimilando la intensa e interesante jornada y más allá de la información técnica, la información sensorial que recibí. Sería algo así como… Si una taza de té, es un viaje sensorial a Oriente… imaginaos todo un recorrido por las principales zonas tealeras de Asia, probando sus tés más emblemáticos desde la India, Sur de China hasta llegar a Japón -en una sola jornada- y sin moverte de la silla! Pues eso, que tengo un torrente de sensaciones que poco a poco, espero ir acomodando… en ese mapa de los sentidos que tenemos, y que a veces viene bien remover un poco…
En ese mapa, estoy registrando colores nuevos, aromas nuevos y olvidados, sabores sutiles y a veces, sorprendentes. Para explorar las posibilidades que nos ofrecen los buenos tés, hemos jugado. Así, tal cual. Hemos jugado con dos variables que van a determinar todo esto que os describo, el resultado de ese té y que son: Tiempo y Temperatura. Es decir, el tiempo de infusión y la temperatura del agua.
A si que, a qué esperamos…? Vamos a jugar con estas dos claves, y te reto a descubrir todo lo que contiene tu taza de té… en cada sorbo en cada momento. Abre los ojos, porque es un lujo para la vista los colores que ahí puedes encontrar: verde claro, ámbar, amarillo dorado, naranja brillante, bronce, transparente… Prepárate para viajar a través de tu nariz y descubrir por ejemplo… notas herbales, de algas, almendra tostada, cuero, malta, notas de madera, flores blancas… Y alguna sorpresa, te traerá ese viaje olfativo, siempre, cuando menos lo esperas. Déjate llevar, porque merece la pena. Y ahora vamos a probarlo… dulce, salado, con cuerpo… sedoso… fresco… cálido y qué más? Mucho más.
Y en esas estoy, recopilando todo un universo de nuevos registros, jugando y aprendiendo con el té… para abrir los sentidos. Para sentirme vivo. Para compartirlo. Alguna vez habíais pensado cuánto puede ofrecerte una taza de té, por tan poco…?
Seguimos hablando. Os deseo un feliz domingo.